Los tigres blancos son ejemplares de tigre (Panthera tigris) con una condición genética que casi elimina el pigmento de su coloración normalmente anaranjada, aunque las rayas negras no se ven afectadas. Esto ocurre cuando un tigre hereda dos copias del gen recesivo para la coloración pálida: nariz rosa, ojos color azul hielo, y piel de color blanca crema con rayas negras, grises o de color chocolate.
Los tigres blancos no constituyen una subespecie separada y son fértiles con los tigres naranjas, aunque todas las crías resultantes serán heterocigotos por el gen recesivo, y su coloración será naranja. La única excepción sería si el progenitor naranja fuese también un tigre heterocigoto con gen recesivo para coloración pálida, lo que le daría un 50% de posibilidades de ser doblemente recesivo para blanco o heterocigoto para naranja.